Debido a que los Estados tienen el monopolio del uso de la fuerza, y ella es ejercida por diferentes entes encargados de la Seguridad de la ciudadanía, y teniendo en cuenta, que en muchas de las intervenciones para salvaguardar las libertades y seguridades colectivas se debe utilizar la fuerza como instrumento legal por parte de los agentes de la autoridad que la tienen, así como también defender a los agentes de la autoridad de falsas denuncias por el mal uso de la fuerza que supuestamente ejercen o han ejercido sobre los denunciantes, debe nacer una figura que pueda ser capaz de esclarecer dichos acciones, utilizando herramientas científicas y validables para conocer la verdad.

A pesar de que el uso de la fuerza como disciplina de estudio se ha centrado en la aplicación monopolística por parte de los Estados, y también por supuesto en el ámbito de la seguridad privada, la sistemática de análisis criminológica, teniendo en cuenta la evolución social y sociológica de las realidades, se extiende también a su utilización (de la fuerza) en parámetros más allá de lo comúnmente entendido como tal, es decir, la aplicación del estudio a casos de violencia, agresiones,… como parte de la delincuencia. Por lo que se profundiza en dos aspectos dentro del uso de la fuerza. Esta como objeto de estudio macro y su aplicación a hechos micro.