En el complejo mundo del peritaje judicial, donde cada detalle puede marcar la diferencia entre una conclusión acertada y una errónea, la comunicación no verbal se erige como una herramienta fundamental que todo profesional debe dominar. Los gestos, las miradas, las posturas corporales y otros elementos comunicativos que trascienden las palabras constituyen un lenguaje paralelo que, correctamente interpretado, puede revelar información crucial para una investigación.
La relevancia de lo no dicho en el contexto pericial
Cuando un perito se encuentra ante un testigo, una víctima o un acusado, no solo debe prestar atención a sus declaraciones verbales. El 93% de la comunicación humana se transmite a través de canales no verbales, según estudios clásicos de la comunicación. Este dato, aunque posteriormente matizado por investigaciones más recientes, nos señala la importancia de saber “leer” estos mensajes silenciosos.
En el ámbito del peritaje judicial, esta habilidad resulta particularmente valiosa por varios motivos:
- Detección de incongruencias: La discrepancia entre lo que una persona dice y lo que expresa su cuerpo puede alertar sobre posibles falsedades o información ocultada.
- Evaluación del estado emocional: Las emociones genuinas suelen manifestarse involuntariamente a través de micro expresiones faciales, difíciles de controlar conscientemente.
- Complemento de la información verbal: En ocasiones, los gestos y movimientos proporcionan detalles que la persona omite en su relato.
- Establecimiento de rapport: La capacidad de adaptar nuestra propia comunicación no verbal facilita la creación de un clima de confianza, fundamental para obtener información de calidad.
Desafíos en la interpretación de la comunicación no verbal
A pesar de su indudable utilidad, la comunicación no verbal presenta importantes retos para los peritos:
Diferencias culturales
Los gestos y expresiones varían enormemente entre culturas. Lo que en un contexto cultural puede indicar sinceridad, en otro puede interpretarse como falta de respeto. Los peritos que trabajan en entornos multiculturales deben ser especialmente cuidadosos con estas diferencias para evitar interpretaciones erróneas.
Contextualización necesaria
Ningún gesto o expresión puede interpretarse aisladamente. Es imprescindible analizar el conjunto de señales no verbales y su relación con el discurso verbal, así como considerar el contexto específico en que se producen.
Riesgo de sobre interpretación
Un peligro frecuente es atribuir significados excesivamente específicos a determinados comportamientos no verbales. Por ejemplo, considerar que cruzar los brazos siempre indica actitud defensiva, cuando puede deberse simplemente a sensación de frío o comodidad.
Condiciones individuales
Personas con trastornos del espectro autista, ansiedad social u otras condiciones pueden presentar patrones de comunicación no verbal atípicos, que no deben malinterpretarse como indicadores de falsedad o evasión.
La comunicación no verbal en el tribunal
La relevancia de la comunicación no verbal no se limita a la fase de investigación. Durante la presentación de evidencias en el tribunal, el perito debe ser consciente de su propia expresión no verbal:
- Credibilidad transmitida: Un perito que mantiene contacto visual adecuado, postura erguida y gestos congruentes con su discurso transmite mayor confianza y credibilidad.
- Claridad expositiva: Los gestos ilustradores, que acompañan y refuerzan el discurso verbal, pueden facilitar enormemente la comprensión de conceptos técnicos complejos por parte del tribunal.
- Manejo de objeciones: La capacidad de mantener la calma y responder sin señales de defensividad o nerviosismo injustificado ante cuestionamientos de la parte contraria refuerza el valor del testimonio pericial.
Formación especializada: la clave del éxito
Dada la complejidad de la comunicación no verbal y su impacto en el trabajo pericial, la formación específica resulta indispensable para los profesionales del ámbito jurídico y policial. ADDPOL ofrece diversas opciones formativas para profesionales del sector, como el Curso de experto/a en perfilación criminal y análisis de la conducta, donde los aspectos comunicativos son fundamentales.
En este tipo de formaciones, los profesionales pueden adquirir competencias esenciales para su labor diaria, incluyendo:
- Técnicas avanzadas de comunicación con el ciudadano
- Habilidades para la detección de inconsistencias en testimonios
- Estrategias para crear un entorno de confianza durante la toma de declaraciones
- Métodos para gestionar situaciones comunicativas complejas
- Recursos para optimizar la interacción con ciudadanos en situaciones de estrés
Los peritos y agentes que dominan estos aspectos comunicativos cuentan con una ventaja significativa en su práctica profesional, pudiendo obtener información más precisa durante sus investigaciones y prestar un mejor servicio al ciudadano.
Conclusiones
La comunicación no verbal constituye un aspecto fundamental del peritaje judicial que no debe subestimarse. Su correcta interpretación puede proporcionar información valiosa para una investigación, mientras que su adecuada utilización potencia la efectividad del perito en el tribunal.
Sin embargo, este campo requiere conocimientos específicos y una aproximación rigurosa, evitando simplificaciones y teniendo siempre en cuenta el contexto cultural e individual. La formación especializada, como la que ofrece ADDPOL a través de cursos como el Curso de perito judicial experto/a en comunicación no verbal resulta esencial para desarrollar competencias comunicativas de manera profesional.
En un ámbito donde la precisión y el rigor son imperativos, los peritos que saben “leer entre líneas” la comunicación no verbal disponen de una herramienta adicional que marca la diferencia en la calidad de su trabajo y en los resultados de sus investigaciones.