El peritaje, como profesión, juega un rol crucial tanto en el ámbito judicial como en el sector privado. Aunque a primera vista pueda parecer que el trabajo de un perito judicial y un perito privado es similar, existen diferencias significativas en sus responsabilidades, procedimientos y expectativas. Este artículo detalla estas diferencias y ofrece una guía sobre qué esperar en cada caso.
1. Naturaleza del nombramiento y el entorno de trabajo
Peritaje Judicial: Los peritos judiciales son elegidos por un tribunal para proporcionar testimonio experto en un campo específico, como puede ser la ingeniería, la medicina forense o la contabilidad, entre otros. Estos expertos deben mantener una postura neutral y objetiva, ya que su principal función es asistir al juez o al jurado en entender aspectos técnicos que son cruciales para resolver un caso. La imparcialidad es la piedra angular del peritaje judicial, y el perito debe adherirse estrictamente a los códigos éticos y legales establecidos.
Peritaje Privado: A diferencia de los peritos judiciales, los peritos privados son contratados por individuos, abogados o empresas para casos que pueden no estar necesariamente en litigio. Su trabajo puede incluir la evaluación de daños para reclamaciones de seguros, valoraciones de propiedad para transacciones inmobiliarias o consultoría en disputas contractuales antes de que alcancen los tribunales. Aquí, aunque la objetividad sigue siendo importante, el perito puede tener un rol más partidista, alineando sus hallazgos para soportar los intereses de su cliente.
2. Procedimientos y regulaciones
Peritaje Judicial: El perito judicial debe seguir procedimientos rigurosos y estándares estrictos establecidos por la ley. Sus informes deben ser meticulosos y capaces de resistir el intenso escrutinio durante los procedimientos judiciales. Además, estos peritos a menudo deben testificar en persona, defendiendo sus conclusiones bajo el cuestionamiento de ambas partes del litigio.
Peritaje Privado: Los peritos privados gozan de mayor flexibilidad en cuanto a los métodos de evaluación y reporte. No están sometidos al mismo nivel de escrutinio legal, aunque deben adherirse a las normas éticas y técnicas de su profesión. Sus informes están diseñados para cumplir con las necesidades específicas del cliente, y raramente requieren testificar en un tribunal.
3. Expectativas y resultados
Peritaje Judicial: La credibilidad y la minuciosidad son críticas en el peritaje judicial. Los resultados de su evaluación pueden determinar el resultado de un caso, influenciando desde sentencias hasta compensaciones financieras. Por tanto, se espera que sus informes sean exhaustivos y sustentados por pruebas irrefutables.
Peritaje Privado: En el ámbito privado, los resultados suelen estar orientados a la satisfacción del cliente. Aunque la precisión sigue siendo crucial, el enfoque puede estar más en línea con los objetivos del cliente, como maximizar el valor de una reclamación o minimizar las pérdidas en una disputa comercial.
La importancia de elegir un buen peritaje
Elegir entre el peritaje judicial y el peritaje privado implica considerar no solo las habilidades técnicas requeridas, sino también la capacidad de navegar diferentes entornos y expectativas. Ambos roles son esenciales para la administración de justicia y la resolución de conflictos en el sector privado, cada uno con sus propios desafíos y recompensas.